Nuestra metodología para trabajar con los problemas de nuestros pacientes es la cognitivo conductual, que se basa en que además de nuestra herencia genética, nuestras experiencias vitales conforman nuestra personalidad y son las que marcan de manera más fuerte nuestra conducta. Las terapias cognitivo-conductuales se encuentran vinculadas al pensamiento y a la conducta del paciente, combinando la psicología cognitiva y la conductista, para comprender los pensamientos y las emociones que influyen en nuestro comportamiento. Este tipo de terapias están especialmente indicadas para combatir trastornos de todo tipo, ya sean fobias, depresiones o ansiedad, por ejemplo.