¿Cuándo ir al psicólogo?

Los motivos por los que se decide recurrir a un psicólogo o a la psicoterapia son muchos y variados. El estrés, los problemas de pareja o familiares, o la inseguridad laboral pueden desbordar los recursos de que disponemos, lo que hace que atravesemos crisis personales o profesionales que hacen necesaria la ayuda de un profesional si han de resolverse adecuadamente.

¿Qué es la psicoterapia?
La psicoterapia es un proceso de comunicación entre el psicoterapeuta y la persona que acude a consultarle, en el que se identifican, se analizan y se resuelven conflictos de naturaleza emocional que llegan a afectar a la conducta, a las relaciones personales, a la salud y al bienestar físico y psicológico general.

El objetivo de este proceso es mejorar la calidad de vida y el bienestar emocional del paciente y se logra gracias a la modificación de la conducta, de las actitudes, de los pensamientos y de las emociones. El cambio se da gracias a la interacción entre la orientación que ofrece el psicoterapeuta y, sobre todo, al esfuerzo y al trabajo que lleva a cabo el cliente fuera de la consulta.
Todos pasamos por momentos en los que nos cuesta más tirar hacia adelante. Nos sentimos desorientados, insatisfechos, vacíos, inseguros, asustados, enfadados… En ocasiones sabemos por qué, pero no cómo resolverlo, y en otras ni siquiera sabemos por qué nos sentimos así, lo que se añade a nuestra desazón. Sentimos que vamos a la deriva y no hay modo de ver la luz al final del túnel.

En estos momentos, consultar a un psicólogo nos puede proporcionar orientación, apoyo, seguridad y directrices en un espacio privado y confidencial en el que podemos desahogarnos libremente, sin temor a ser juzgados en ningún momento.

No todo el mundo que acude a un psicólogo ha desarrollado un trastorno psicológico. De hecho, lo mejor es acudir antes de que el malestar psicológico sea tan intenso que podamos calificarlo de trastorno. Es decir, si iniciamos una terapia cuando empezamos a sentir las primeras señales de que algo no va bien y de que, quizás, necesitamos ayuda, el tratamiento será más sencillo y más breve.

Algunas de las dificultades y de los trastornos más habituales por los que se suele acudir a consulta, y con los que te puedo ayudar, son:

  • Ansiedad
  • Depresión
  • Trastornos de conducta
  • Baja autoestima
  • Problemas de pareja
  • Estrés agudo y estrés postraumático
  • Dificultad en la toma de decisiones
  • Crisis vitales
  • Malestar psicológico inespecífico

¿Qué sucede en la primera sesión?

Muchas veces, lo que nos impide dar el último paso y tomar la decisión de pedir hora con un psicoterapeuta es que no sabemos qué nos vamos a encontrar. Si este es tu caso, es probable que estas líneas te ayuden a hacerte una idea de lo que puedes esperar si te decides a pedir hora.

La primera sesión es una toma de contacto entre el terapeuta, en este caso yo, y el/la paciente, en este caso tú o alguien cercano a ti. Se piden datos personales e información general (nivel educativo, profesión, estado civil, estado de salud…). A continuación, se pasa a hablar de los motivos que han llevado a solicitar ayuda psicológica. En esta primera sesión no se suele profundizar mucho en los conflictos, se trata más de obtener una visión general de la problemática y de la situación general del paciente. Es a partir de la segunda sesión que se va profundizando más. De todos modos, es habitual que ya se den indicaciones terapéuticas en la primera sesión, por lo que el paciente puede (y debe) empezar a trabajar desde el primer momento en la recuperación de su bienestar y de su equilibrio.

A final de la primera sesión, se hace un breve resumen de lo que se ha tratado, se le pide al paciente que plantee cualquier duda que pueda tener sobre el tratamiento y se exponen las lineas generales que definirán la terapia.

Si sigues teniendo dudas sobre la primera sesión o sobre cualquier otro aspecto general de la terapia conmigo, no dudes en escribirme un correo electrónico